Muchas veces se utilizan indistintamente los términos control, supresión o extinción de incendios para hacer referencia al mismo concepto de finalización o término de un incendio. Esto podría resultar aceptable para personas que no tengan relación con la profesión o especialidad de protección contra incendios, sin embargo, estos términos deberían ser usados en forma mucho más rigurosa por personas que se desempeñan en este campo.
Para un profesional del área de incendio, estos términos o conceptos deberían tener un significado que define tres fenómenos distintos.
En un sistema donde se use agua como agente, el control de incendio consistirá en limitar el tamaño de un incendio distribuyendo agua para disminuir la tasa de liberación de calor (HRR) y pre humedecer los combustibles adyacentes, mientras se controlan las temperaturas de los gases a nivel de cielorraso para evitar daños estructurales. En una situación de control de incendio el fuego no cesa, sino más bien sigue desarrollándose a una tasa de liberación de calor (HRR - Heat Release Rate) muy por debajo de lo que sería su desarrollo sin intervención. Esto facilita el combate y posterior extinción del incendio.
Por su parte, la supresión se orientará a reducir drásticamente la tasa de liberación de calor (HRR) de un incendio y prevenir su rebrote mediante la aplicación directa y suficiente de agua a través del penacho del fuego hasta la superficie del combustible ardiendo. Durante la supresión de un incendio, normalmente las llamas desaparecen, pero no necesariamente se evitará su re-ignición.
Por último, con la extinción se detiene completamente el proceso de combustión sin posibilidades de una re-ignición..
Escribir comentario